jueves, 16 de agosto de 2007

Soy yo...

Mi hija Sara y yo éramos muy buenas amigas. Ella estudiaba en un internado que no estaba muy lejos, lo que nos permitía vernos muy a menudo. Entre visitas, nos escribíamos o hablábamos por teléfono.

Cuando me llamaba, siempre decía: "Hola, mami, soy yo", y yo le respondía: "Hola, Yo ¿cómo estas?". A menudo firmaba sus cartas simplemente: "Yo". A veces yo la llamaba "Yo" para bromear.

Después, mi pobre Sara murió súbitamente, sin advertencia alguna, de una hemorragia cerebral. No hace falta decir que quede devastada. No puede haber dolor más terrible para una madre que perder a un hijo querido. Necesite de toda mi fe para seguir adelante.

Decidimos donar sus órganos a fin de que algo de bueno surgiera al menos de una situación trágica en todo sentido. En su momento, me entere por el Grupo de Recuperación de Órganos adonde habían ido todos sus órganos. No se mencionaron nombre, por cierto.

Mas o menos un año después, recibí una hermosa carta del joven que recibió su páncreas y sus riñones. ¡Cómo le había cambiado la vida! ¡Oh Dios mío! Y como no podía usar su verdadero nombre, adivinen como firmo su carta: "Yo".

3 comentarios:

Soros dijo...

Breve, sencillo y conmovedor.
Saludos.

Unknown dijo...

Hola soy alguien que tiene (tuvo) que ver en la vida de Aelo (por favor no le digas que he escrito esto, desechalo luego), es muy cruel perder a alguien cuando se ama, mi hermana mayor perdio a su hijo, a su primer hijo hace casi ya un mes, el nacio y vivio siempre con problemas de salud, pero si algo el nos enseño, es que los niños nos enseñan a levantarnos siempre y eso es lo mas lindo.
Yo, por mi parte, hace años me aleje de la vida de Aelo, pero aun hoy mis sentimientos de afecto por su hija a la distancia me hacen seguir peleando en la lucha de cada dia...

esperando poder contactarme contigo
saludos

victor
fotolog.com/camisanegra

Alejandra dijo...

Hola Victor.. No tengo porque desechar tu comentario, y lamento que hayan pasado por una experiencia tan dura... Ya la vida irá dejando atrás esas cosas que a veces sentimos que son tan injustas, que nos quitan la respiración y las ganas de vivir... Pero todo pasa por alguna razón y hay que tener fe. La vida es así, no tenemos otra opción que seguir en el camino...

En cuanto pueda visitaré tu fotolog, ya estaremos en contacto.

Saludos